INTRODUCCIÓN A LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA
ORIGEN Y DESARROLLO DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA
El comienzo en América Latina
En América Latina, la psicología comunitaria surgió
del desacuerdo con una psicología social predominantemente bajo el signo del
individualismo y que practicaba la fragmentación con riguroso cuidado, pero que
no respondía a los problemas sociales. También es una psicología que, desde el
principio, aborda críticamente las experiencias y prácticas psicológicas y el
mundo en el que surge y las circunstancias de las que tiene que lidiar.
La
visión del mundo, del medio ambiente, intensificaba su descontento, porque se
trataba precisamente de las condiciones de vida de grandes sectores de la
población, sus sufrimientos, sus problemas y la urgente necesidad de aportar
soluciones y cambios en ellos. Esto generó una especie de presión que, con base
en el entorno, fue internalizada y reconstruida a partir de lo que comúnmente
se llama "realidad" por los psicólogos, quienes encontraron que las
acciones derivadas de los usos tradicionales de la psicología no solo eran
inadecuadas, sino inadecuadas también tardías y tardías. a menudo inofensivo,
ya que se limita a un mero diagnóstico y provoca intervenciones confusas.
La
separación de la ciencia y la vida, advertida por las ciencias sociales,
condujo a la salvación de corrientes de pensamiento que nunca habían callado,
pero cuyas aportaciones fueron muchas veces dejadas de lado por
"acientíficas" o no acordes con la tendencia imperante. La
fenomenología, las corrientes marxistas, muchas formas de investigación
cualitativa han sido verificadas y afirmadas, y en este clima de descontento y
búsqueda de alternativas surgirá la necesidad de desarrollar un método
alternativo de psicología.
Paradigmas, explicaciones,
teorías psicológicas actuales aparecieron como inadecuados, incompletos,
incompletos. Las soluciones resultantes solo fueron suficientes para tratar las
quejas de unos pocos e ignorar las quejas de muchos. Se abordó la necesidad de
dar respuesta inmediata a problemas reales y apremiantes, cuyos efectos
psicológicos sobre el individuo no solo los limitan y desestabilizan, sino que
los degradan y, peor aún, crean elementos que perpetúan la situación
problemática con una visión diferente: en el diagnóstico. la base de una
globalidad, ser consciente de la relación general en la que se produce.
Así, en la década de 1970,
debido a las condiciones sociales presentes en muchos países latinoamericanos y
a la limitada capacidad mostrada por la psicología para responder a los
apremiantes problemas que los aquejaban, comenzó a desarrollarse una nueva
práctica, que requerirá una redefinición de ambos profesionales. de la
psicología y su objeto de estudio e intervención.
Esta nueva forma de hacer ha tratado de
producir un modelo alternativo al modelo médico, que hace que el enfermo, la
condición anormal, prevalezca en las comunidades con las que trabajamos. Por el
contrario, la propuesta que se hizo se basó en los aspectos positivos y
recursos de estas comunidades, buscando su desarrollo y fortalecimiento, y
enfocándose en ellas el origen de la acción. Los miembros de estas comunidades
dejaron de ser considerados como sujetos pasivos de la actividad de los
psicólogos, para ser vistos como actores sociales, constructores de su
realidad. El énfasis estará en la comunidad y no en el desarrollo
institucional.
La psicología comunitaria en la América anglosajona
El
nacimiento de la psicología comunitaria en los Estados Unidos tiene el
equivalente a un "certificado de nacimiento". De hecho, se sabe que,
en mayo de 1965, en una conferencia (Conferencia sobre la Educación de Psicólogos
para la Salud Mental Comunitaria) convocada por psicólogos sociales, clínicos y
escolares en Swampscott, Massachusetts, se inició esta rama de la psicología.
En ese congreso se decidió
generar un nuevo tipo de formación para los psicólogos que les permitiera
ejercer su práctica, así como jugar un nuevo rol en la comunidad. Detrás de
esta propuesta se encontraban el Movimiento Comunitario por la Salud Mental, la
tendencia a la desinstitucionalización en el tratamiento de las enfermedades
mentales, el movimiento sociopolítico de la "Guerra a la Pobreza",
los programas de urbanismo y urbanismo, la crítica y revisión de los programas
de asistencia social y, un poco más atrás, la defensa de los derechos civiles y
el anti segregacionismo.
Este encuentro no solo
desarrolló programas específicos para el trabajo comunitario, sino que abrió un
campo de estudio y reflexión sobre la nueva práctica, que resultó sumamente
fructífera, como el surgimiento de corrientes de desarrollo teórico y práctico
como la línea ecológico-transaccional; los numerosos cursos y publicaciones
sobre el tema.
Características iniciales de la psicología comunitaria
desarrollada en América latina
Los
aspectos que marcaron a la psicología comunitaria en sus inicios son:
1.
La
búsqueda de teorías, métodos y prácticas que permitan el desarrollo de una
psicología que contribuya no solo al estudio, sino principalmente a brindar
soluciones a los problemas urgentes que afectan a las sociedades
latinoamericanas. En este sentido, se considera como una de las posibles
respuestas a la crisis de la psicología social.
2.
La
redefinición de la psicología social, a la vez que se va más allá del objeto de
esa rama de la psicología.
3.
La
carencia de una definición. Las primeras definiciones producidas en América
latina aparecen a inicios de los ochenta.
4.
Careció
de un lugar académico y profesional propio hasta bien entrada la década del
ochenta. Ese nexo psicosocial va a ser la marca predominante, lo cual además se
refleja en el hecho de que muchas explicaciones teóricas provienen de la
psicología social y muchos recursos metodológicos han sido tomados de ella.
5.
Orientación
hacia la transformación social. El norte de esta rama de la psicología es el
cambio social, muchas veces definido en función de la noción de desarrollo redefinido
en el sentido de quitarle su carácter de avance hacia la prosperidad económica,
para ubicarlo dentro de los parámetros que para una comunidad significan mejor
calidad de vida.
6.
La
certeza del carácter histórico de la psicología como ciencia, de la comunidad
como grupo social y del sujeto humano.
7.
La
búsqueda de modelos teóricos y metodológicos que ayudasen a entender y explicar
los fenómenos con los cuales se trabajaba. Aportó además una amplia perspectiva
multidisciplinaria, ya que ante las pocas respuestas y el corto alcance de las
mismas que presentaba la psicología, se acudió a campos tan variados como la
educación popular, la filosofía, la sociología y la antropología.
8.
La
concepción, desde el inicio muy clara, de que el llamado "sujeto de
investigación" es una persona no sujeta a la voluntad y los designios de
quien investiga. Es alguien dinámico, activo, que construye su realidad, actor
social cuya voz forma parte de la polifonía de la vida social y que al ser
parte de la acción y de la investigación que se realizan con su comunidad tiene
derechos y tiene deberes que lo relacionan con ambas tareas.
9.
La
necesidad de redefinir el rol de los profesionales de la psicología social.
Luego se propuso como una
psicología de acción para la transformación en la que el investigador y el
sujeto de la relación de estudio están del mismo lado ya que ambos forman parte
de la misma situación.
Fases en el desarrollo de la psicología comunitaria
Un
modelo construido por las psicólogas que desde hace casi treinta años han
venido trabajando ardua e impacientemente en seis frentes:
•
Práctico-teórico:
se ocupa de construir un cuerpo de conocimientos íntimamente relacionados, cuyo
contenido conforma el producto de una praxis que genera acción, modos de hacer
y explicaciones e interpretaciones sobre los mismos.
•
Ontológico:
define la naturaleza del sujeto cognoscente.
•
Epistemológico:
busca definir el carácter del conocimiento producido y el tipo de relación de
producción de ese conocimiento.
•
Metodológico:
hace aportes referentes al método a aplicar para producir el conocimiento.
•
Ético:
se dirige a definir la naturaleza de la relación entre
investigadores-interventores y las personas que forman las comunidades,
aquellas que en la investigación tradicional son llamadas "sujetos",
en tanto son objeto de conocimiento y acción, y cuyo carácter activo en la
producción del conocimiento es un aspecto fundamental para este modelo.
•
Político: da lugar a la expresión de diferentes voces dentro
del hacer y el conocer e incluye aspectos tales como la autoría y la propiedad
del conocimiento producido.
Pero considerar que ese
desarrollo puede ser explicado desde un modelo o una interpretación únicos de
los hechos sería una gran simplificación y reducción del fenómeno.
América Latina |
Estados Unidos |
1) Generación de una nueva
práctica psicosocial orientada hacia la solución de problemas sociales y la transformación
social, con participación de las personas involucradas. Esto supone: - Nuevos actores sociales. - Nuevo rol para los
psicólogos. 2) Fase de definición de una
nueva subdisciplina, la psicología social comunitaria / psicología
comunitaria (definición del campo, del objeto y de los valores que la
orientan). Generación de nuevas prácticas: desarrollo de métodos
participativos. Construcción de una nueva práctica. 3) Fase de inicio de
generación de teoría y de reflexión sobre ella. 4) Fase de reflexión sobre
la estructura paradigmática de la subdisciplina (aspectos ontológicos,
epistemológicos, metodológicos, éticos y políticos). 5) Fase de ampliación del
campo, incorporando y desarrollando los aspectos ligados a la salud, a las
organizaciones, a la educación, al ambiente y a la clínica. Inicio de
desarrollo de subramas. Relación con la psicología de la liberación y con la
corriente crítica. |
1) Creación de una nueva
práctica psicológica que responde a exigencias de legitimidad social y de
transformación de las instituciones. Supone: - Rechazo del modelo médico. 2) Estructuración del nuevo
campo disciplinario a partir de su definición, delimitación del área,
fijación de valores, generación de una nueva práctica. Divulgación inmediata. 3) Generación de conceptos
teóricos y metodológicos. Desarrollo de dos grandes corrientes paralelas: una
de carácter ecológico-cultural, con énfasis psicosocial. Otra de carácter
clínico preventivo con énfasis en los aspectos de salud comunitaria. 4) Ampliación del campo con
incorporación de reflexión sobre la estructura paradigmática y de las
perspectivas freiriana y de la psicología de liberación. |
Preguntas para reflexionar sobre
psicología y comunidad
1. ¿Por
qué no se desarrollaron formas de psicología comunitaria (entendida como una
disciplina sistemática, no como prácticas aisladas) en América latina antes de
la década del setenta?
Porque
antes de la década de 1970 se utilizó un paradigma del modelo médico, que se
caracteriza por ver a los humanos como enfermos y anormales sin su complejidad
y contexto, es decir, aislados. De esta manera individualizó a las personas,
nos veían como actores pasivos y, en consecuencia, sin mucho asombro, no
reaccionaban principalmente a los problemas sociales que aquejaban a los
pueblos y sus individuos. Este paradigma determinó que era científico, por lo
que silenció los pensamientos que los contradecían y obstaculizó el avance de
estudios que contradecían el paradigma imperante.
2. ¿Qué
instituciones sociales podrían haberse visto amenazadas por el desarrollo de
una psicología comunitaria? ¿Cuáles se habrían visto fortalecidas?
Las
instituciones sociales amenazadas y fortalecidas pueden ser las mismas, pero
esto dependerá de cuál de ellas adopte la nueva práctica de la psicología
comunitaria o se quede con el paradigma médico. En este sentido parece más
coherente hablar de instituciones sociales que se han modificado o
transformado, aunque se puede considerar que actualmente se mantiene el
paradigma positivista, son la academia, las instituciones de salud y salud
mental y la comunidad.
3. ¿Ha
seguido la psicología comunitaria en su desarrollo teórico-práctico algún
patrón específico? ¿Qué tipo de patrón es ése, si lo hay?
Según Maritza
Montero, menciona que, aunque la psicología está presente en América Latina,
Estados Unidos, Australia, etc., mantienen 5 principios similares:
·
Epistemológico: relación entre sujetos conocedores
y objetos de conocimiento; el conocimiento siempre se produce en las relaciones
y a través de ellas y no como un hecho aislado de un individuo solitario.
·
Metodológicas: predominantemente participativas,
aunque no se excluyan de otras vías.
·
Ética: definición del Otro y su inclusión en la
relación de producción de conocimiento, respeto por ese Otro y su participación
en la paternidad y propiedad del conocimiento producido.
·
Política: naturaleza y finalidad del
conocimiento producido, ámbito de aplicación y sus efectos sociales,
posibilidad que tiene cada entidad de expresarse y hacerse oír en el espacio
público.
De manera similar, según Heller y Monahan,
presentaron (1977) aspectos de la psicología comunitaria:
·
El enfoque ecológico sigue manteniéndose.
·
Preocupación por los problemas del
"funcionamiento humano" que incluían la prevención de trastornos (no
tradicionales como la "salud mental ") se ha ampliado
·
Se ha ampliado la investigación
multidisciplinaria
·
Se mantiene el énfasis en: afrontamiento,
adaptación y competencia
·
Un enfoque empírico y experimental de la
intervención social. es amplio con modelos de práctica e investigación que
incluyen cualitativos, principalmente IAP
·
Actualmente se mantiene el rechazo al modelo
médico
4. ¿Ha
cumplido la psicología comunitaria los objetivos que se planteó en su origen?
¿Los ha cambiado?
Partiendo
de la idea de que la psicología comunitaria es contemporánea, y que, si bien
presenta muchas acciones exitosas y su práctica constructiva y reflexiva en una
relación dialéctica entre sujeto, objeto y entorno en Venezuela, Puerto Rico,
etc., sigue en reconocimiento científico como Disciplina. que tiene lugar en la
academia. En otras palabras, el paradigma positivista aún tiene mayor poder.
Referencias
Montero, M. (2004). Origen y desarrollo de la psicología
comunitaria. En Introducción a la Psicología Comunitaria. Desarrollo,
conceptor y procesos (págs. 19-30). Buenos Aires: Paidós.
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