INFLUENCIA DE EEUU EN LATINO AMÉRICA

 


Tomando inicio en la época en la cual América fue invadida por los europeos y el desencadenamiento de muertes, colonizaciones, peleas territoriales y demás actos de invasión por los extranjeros. Fue así el inicio de una gran masacre que seguiría por los años siguientes, todo por conseguir el mayor poder territorial.

Estados Unidos al conseguir su independencia del Reino Unido, comienza una competencia sobre las colonias a las que podrían gobernar, o que al menos que mantengan un régimen similar a dicho país. EEUU estaba creciendo como una potencia, pero esta debería comenzar con la dominación de las minorías en su propio territorio. Fue en estas épocas en las cuales comenzaron a tener sonido los derechos humanos, pero estos tenían sus privilegios a quienes sí los respetaban, mientras que otros se los vulneraba. Siendo de esta manera la presencia de masacre y persecución hacia los verdaderos nativos del norte de América, y una forma en la cuál esta podría ser disfrazada fue en convencer a las poblaciones que son estos los agresivos y quienes no quieren la progresión del país, mientras que la historia fue todo lo contrario, la mejor manera de tener el control de los estados fue la dominación de estas clases y minorías.

Por los siguientes años Estados Unidos fue creciendo como una de las grandes potencias en el mundo, y esto se pudo observar durante los años de la Segunda Guerra Mundial, su presencia y apoyo para los Aliados sería un potenciador para ganar y terminar la guerra. El gran poderío se presenció con el Proyecto Manhattan dedicado a la creación de una bomba nuclear, aunque este tuvo su inicio como una forma de contra ataque a Alemania, que tenían el mismo proyecto, sin embargo, este no tuvo el éxito y el apoyo necesario para ser concluido. Fue de esta manera que comenzaba una pelea directa entre Estados Unidos y Japón. Las acciones iniciales que tuvo EEUU fue la creación de centros de concentración en su territorio para todas las personas con descendencia japonesa, a los cuales a pesar de ser nacionalizados como americanos, se les privó de sus derechos. Cuando se dio el ataque a la base de Perl Harbor por parte de los japoneses, fue cuando una de los hechos más terroríficos de la historia sucediera, el lanzamiento de las bombas nuclear en Hiroshima y Nagasaki. Fue la sed de ganancia que se muy poca la importancia del derecho global, el derecho a la vida.

Al término de la guerra, Estados Unidos contaba con pocas pérdidas en comparación con los países europeos, colocándolo, así como una gran potencia. Los años siguientes se daría una competencia entre dos polos en el mundo, por un la Estados Unidos con la idea del capitalismo y por otro lado la Unión Soviética con el socialismo-comunismo. Esta conocida guerra fría desencadenaría una serie de acciones por parte de los EEUU para lograr sobre la URSS en aquel entonces, y la mejor manera de conseguirlo sería contando con todo el poder que pudiera imponerse sobre otros países. Así fue como comenzó esta invasión hacia Latino América, era de estos países de los cuales podría conseguir varios de los recursos primordiales tanto para el comercio, así como poder mantener el poderío económico y políticos sobre estos países menos desarrollados.

En Venezuela, a partir de Gobiernos como los de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni en los años 60 del Siglo XX, la historia del país incorporaría en sus páginas cientos y cientos de casos de desapariciones forzadas. Una realidad poco conocida que ha salido a la luz gracias a la tenacidad de familiares e investigadores como Pedro Pablo Linares quienes han encontrado evidencias que demuestran que la desaparición forzosa de campesinos y militantes revolucionarios obedeció a una política de Estado implementada bajo la tutela directa de militares estadounidenses.

La Agencia Central de Inteligencia actuando bajo la fachada de la USAID, organizaría un aparato represivo en Venezuela conocido como la DIGEPOL que desataría una brutal persecución contra el movimiento popular y en especial contra campesinos y las bases de apoyo de los movimientos insurgentes de la década de los sesenta. Venezuela durante los años 60 se convirtió en laboratorio de las operaciones secretas de la CIA y el Pentágono. El movimiento de liberación venezolano se enfrentó con la mayor misión militar norteamericana en la región, que desplegó satélites de espionaje, Teatros de Operaciones y Fuerzas Especiales aplicando métodos de desaparición y tortura en complicidad con los gobiernos socialdemócratas de Betancourt y Raúl Leoni. Métodos con los que sería duramente golpeado el movimiento revolucionario en Venezuela y que después extenderían al continente. Sin embargo, en otros países no se había conseguido este control. El fracaso de las operaciones contra Cuba y la propia acción de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional en Venezuela.

A comienzos de los años 80 llegaría a la presidencia de los Estados Unidos un personaje proveniente de la farándula que haría resurgir el espíritu imperialista del Norte: Ronald Reagan, mediocre actor vinculado a las campañas anticomunistas desde los años 60. Este actor de reparto reviviría el fantasma de la guerra fría como pretexto para seguir imponiendo los intereses económicos del gran capital en la región. Con Reagan en la Casablanca, la CIA y el aparataje de inteligencia del Norte tomarían un nuevo impulso que en Venezuela tendrían un gran aliado en el presidente y ex-agente Carlos Andrés Pérez. Pero la década de los años 80 también se inauguraba con una triunfante Revolución Sandinista en Nicaragua que a los ojos de Washington amenazaba con convertirse en un peligroso ejemplo de independencia y soberanía en la región junto a Cuba.

Con el derrumbe de la Unión Soviética a comienzos de los años 90, la lucha contra el comunismo internacional dejaba de ser una excusa válida para justificar la Intervención del Norte. La misión de la CIA y el pentágono alrededor del mundo perdía su razón de ser y se suponía que había llegado la era de la PAZ, pero la realidad fue muy distinta. Terminaba la era de la Guerra Fría para dar paso a la Post-Guerra Fría. Washington echaría mano de un variado menú de motivos para seguir justificando su intervencionismo: Guerra contra las drogas, contra religiones orientales, contra los narcos subversivos y contra pueblos terroristas o contra quien fuese sospechoso de serlo. Qué más daba. La guerra por dominar el Mundo debía continuar.



Cuando Hugo Chávez asume la presidencia de Venezuela en 1999, se inicia un nuevo proceso político en el país: la Revolución Bolivariana que transitaría un camino de cambios profundos en beneficio de las mayorías excluidas. Pero ese mismo año, en los Estados Unidos el rumbo era muy diferente: George W. Bush sería nombrado presidente en unas amañadas elecciones.

Con Bush en la Casablanca, las grandes corporaciones y las agencias de intervención del Norte cerrarían filas en el gran negocio de la guerra, amparados por el Acta Patriótica, una patente de corso para intervenir abiertamente en cualquier lugar del mundo utilizando como único pretexto la lucha contra el terrorismo. El presidente de Estados

Unidos George W. Bush llama "democracia" a la invasión y ocupación de un país, a las nuevas legislaciones supuestamente diseñadas para "combatir el terrorismo". Considera un elemento "democrático" a la tortura, a las cárceles secretas, a los campos de concentración, a centros clandestinos de detención, como el de Guantánamo. De acuerdo a sus planteos estos tormentos se aplican en "beneficio de las mayorías amenazadas". La tortura es así ahora un camino para "salvar" a la democracia.

Las operaciones encubiertas emprendidas por Bush contra Venezuela desde 1998 hasta el golpe de estado de abril de 2002, son develadas en este documental mostrando evidencias de la participación directa de personal militar y de inteligencia estadounidense en campañas mediáticas, financiamiento encubierto, sabotaje y desestabilización.


La injerencia contra Venezuela dejó de ser una invasión silenciosa para convertirse en una abierta guerra por el petróleo en la que el imperio no ha cosechado sino fracasos ante la determinación de un pueblo soberano.

Unos de los mecanismos de Injerencia empleados por la potencia del norte a lo largo de la Historia, para devorar la economía de los más débiles, son los tratados de Libre Comercio. Este documental, realiza una investigación sobre esas relaciones, las implicaciones y las campañas impulsadas por el Norte para imponer Tratados y Áreas de Libre Comercio que cada vez encuentran menos eco en la región ante la crisis del capitalismo y el avance de alternativas soberanas como el ALBA.

Todas las medidas tomadas a conveniencia y usurpadas por los Estados Unidos, ha dejado grandes secuelas y problemas para los países latinos, debido a todos los años de dictaduras, desigualdad en los pueblos, y el enriquecimiento de los gobernantes. Las consecuencias cayeron directo en las poblaciones, en la pobreza del pueblo y la ignorancia de los hechos, lo cual en aquellos tiempos era lo que les podía salvar de la lista de muertos o desaparecidos.

Comentarios